En esta película dirigada por Mimi Leder se plantea qué repercusiones pueden tener nuestras pequeñas acciones, cuando se intenta cambiar la sociedad sin esperar nada a cambio.
Un niño imagina un curioso sistema para mejorar el mundo; hacer favores incluso antes de que te los devuelvan. Es decir: no devolver favores, sino pagarlos por adelantado, y no necesariamente a quien te lo hizo a ti. Para sorpresa de todos, la desinteresada propuesta causa furor entre la gente.
La película tuvo muy buena aceptación y es un recurso cinematográfico comercial, sin grandes pretensiones estilísticas pero muy eficaz como recurso pedagógico.