Nuevamente se utiliza la cámara oculta para situar al espectador ante la tesitura de analizar cuál sería su reacción al ser testigo de una situación de acoso. Unos actores simulan una agresión física en el campus de una universidad americana y graban la reacción de los transeúntes ante ese hecho. El miedo a tomar parte es uno de los motivos por los que el acoso escolar sigue golpeando a nuestra juventud.