Este corto sobre el bullying forma parte de una campaña publicitaria de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo). En él reflejan la responsabilidad que tienen en los actos de acoso escolar los cómplices del acosador, independientemente de que participen activamente de la agresión, ya que el simple hecho de reírse los convierte en protagonistas.