Las películas sobre el apartheid constituyen una base documental de enorme importancia para que las nuevas generaciones puedan entender un capítulo terrible de la historia contemporánea de la Humanidad.
Por Apartheid (literalmente “separación”) entendemos un régimen político que se estableció en Sudáfrica hasta el año 92, basado en una estricta segregación racial, con la que se buscaba mantener el poder que ostentaba la minoría blanca sobre el resto de los grupos raciales.
Sus orígenes deben buscarse en el hecho de que en el año 1948 se introdujo el derecho a voto de la mayoría negra (aunque sometido a gran cantidad de condiciones). El eminente riesgo a perder sus privilegios al que se exponía el 21% de la población blanca le llevó a dictar una serie de normas basadas en la clasificación racial de acuerdo con la apariencia, la aceptación o la ascendencia.
No obstante, la ocupación durante siglos de Sudáfrica por parte de colonos blancos de origen Holandés (conocidos como los afrikáner), tenía establecidas de hecho toda una serie de pautas con las que lograban mantener un statu quo claramente racista, las cuales no tenían un carácter oficial. La argumentación esgrimida para justificar el racismo contra los negros se centraba en “la necesidad de preservar la identidad nacional afrikáner”.
Tal y como mencionábamos anteriormente, sería en el año 1948 cuando el pastor protestante Daniel Françoise Malan, recién elegido presidente del país, daría forma legal a toda una serie de normativas prohibiciones y obligaciones que serían conocidas como apartheid.
Las protestas no tardaron en llegar, aunque fueron sofocadas en repetidas ocasiones por las fuerzas de orden público y el ejército. En 1952 Nelson Mandela organizó acciones de desobediencia civil no violenta por las que terminaría en la cárcel, pero serían el germen de todo el movimiento anti-apartheid.
Los dirigentes del Congreso Nacional Africano, entre los que se encontraba el el propio Mandela, realizaron una campaña a nivel internacional para dar a conocer la situación que vivían las personas de color en Sudáfrica. Gracias al trabajo realizado, y a la presión de la opinión pública, países como Estados Unidos, la Unión Soviética y la mayor parte de las naciones de Europa impondrían unas férreas sanciones económicas y sociales a Sudáfrica, las cuales supondrían el inicio del fin del régimen segregacionista.
Todos estos hechos desembocarían en un progresivo levantamiento de la presión ejercida sobre las personas de color por parte del gobierno, el cual culminaría a partir de la elección del presidente Frederik de Klerk en el año 1989. Este nuevo presidente anunció desde el mismo momento de estrenar su mandato una serie de medidas destinadas a terminar con las leyes discriminatorias. Una de las que tuvo mayor repercusión en el resto del mundo fue, sin duda, la liberación de Mandela, el 11 de febrero de 1990.
Tras redactarse una nueva constitución, en abril de 1994 se realizaron por primera vez en la historia de Sudáfrica unas elecciones en igualdad de condiciones para todos los ciudadanos del país, sin distinciones de raza. Estas elecciones serían ganadas por el Congreso Nacional Africano, alcanzando la presidencia Nelson Mandela por una amplia mayoría.
Entre las leyes promulgadas podrían destacarse:
Desde que se eliminaron las leyes segregacionistas de los gobiernos afrikáners Sudáfrica vive en bajo una legislación aparentemente igualitaria para todos los ciudadanos del país. No obstante, la realidad es otra muy diferente.
Cada vez son más las voces que se alzan contra la enorme brecha social existente, derivada de la terrible corrupción que azota al país, y del desvío de recursos de la nación hacia intereses privados. Tal y como señala el New York Times en un demoledor artículo, “Hoy millones de sudafricanos negros están crónicamente cortos del capital necesario para comenzar un negocio. Menos de la mitad de la población en edad laboral está oficialmente empleada. El partido en el gobierno, el Congreso Nacional Africano, construyó imperios de nuevas casas para los sudafricanos negros, pero los concentró en los guetos, reiterando las estructuras geográficas del apartheid. Grandes sectores de la población negra siguen sumidos en la miseria, en tierras que no poseen legalmente.” siguen sumidos en la miseria, en tierras que no poseen legalmente.”